Deficiencia de Minerales
Los minerales son nutrientes específicos que nuestro organismo necesita para funcionar adecuadamente son elementos inorgánicos que necesitan con frecuencia combinarse con moléculas orgánicas para poder ser aprovechadas por el ser humano. Muchos llegan a ser tóxicos en sus formas naturales, pero absolutamente esenciales al asimilarlos adecuadamente para garantizar nuestra supervivencia.
Una deficiencia mineral ocurre cuando nuestro cuerpo no puede obtenerlo de los alimentos o cuando no lo puede absorber o asimilar, a pesar de consumirlo.
El organismo requiere de distintas cantidades de cada mineral para mantener saludable, los cuales se pueden obtener e los alimentos y de los suplementos alimenticios.
Las deficiencias no pasan de la noche a la mañana, son un proceso que sucede a través del tiempo y que puede estar ocasionado por diversas causas: un aumento de las necesidades de un mineral en especifico, falta de {el en la dieta o la dificultad de absorberlo son las razones más comunes, existen diferentes deficiencias que causan distintos síntomas.
Existe cinco tipos de deficiencia de minerales: calcio, magnesio, hierro, potasio y zinc.
El calcio es necesario para poder tener dientes y huesos saludables, también apoya a las función correcta de los vasos sanguíneos, musculo, nervios y hormonas. Las fuentes naturales de calcio incluyen a los pescados pequeños como las sardinas y anchoas, frijoles, chicharos, brócoli, col, berros, almendras, ajonjolí, arándanos.
CALCIO: La deficiencia de calcio produces pocos efectos a corto plazo, ya que nuestro cuerpo regula cuidadosamente la cantidad de calcio presente en la sangre. A lo largo esta deficiencia puede causar problemas esta deficiencia puede causar la disminución de la densidad ósea (osteopenia) que puede derivar en osteoporosis.
La deficiencia seria de calcio es causada por problemas médicos o tratamientos diuréticos, o falla renal. Los síntomas incluyendo calambres, adormecimiento de miembros, hormigueo de dedos, fatiga, poco apetito y ritmos cardiacos irregulares.
MAGENESIO: El organismo necesita el magnesio para cientos de reacciones químicas, como el control de los niveles de glucosa y la presión arterial. La función adecuada de los músculos y nervios, funciones cerebrales, metabolismo y producción de proteínas también están controlados por el magnesio.
Casi el 60% del magnesio en nuestro cuerpo vive en los huesos, mientras que el 40% reside en el musculo y células de tejido blando. Puedes obtener magnesio naturalmente de las legumbres, nueces, semillas, granos y vegetales verdes, aunque esta es una de las deficiencias que si pueden ocurrir en periodos muy cortos, así que lo ideal es tener una suplementación adecuada. Los primeros signos de esta deficiencia incluyen fatiga, cansancio, pérdida de apetito, nauseas y vómitos y si no se trata adecuadamente, puede ocasionar adormecimiento muscular, calambres infartos y arritmia.
HIERRO: Más de la mitad del hierro en nuestro organismo se encuentra en los glóbulos rojos. El hierro es una parte importante de le hemoglobina, proteína que se lleva el oxigeno de los tejidos así como de otras proteínas y enzimas que mantiene al organismo saludable. Las mejores fuentes son los vegetales de hoja muy verde así como los frijoles, lentejas, quínoa arroz integral, avena, calabaza, pistaches, semillas de calabaza, nueces de la india, tomate acelga, espinaca entre otros.
Su deficiencia se desarrolla lentamente y puede causar anemia; sus síntomas incluyen cansancio, fatiga falta de concentración.
POTASIO: El potasio funciona como un electrolito, y es necesario para la contracción muscular, función cardiaca y transmisión de señales nerviosas. También es usado por algunas enzimas, incluyendo una que ayuda a que tu organismo convierta los carbohidratos en energía. Las mejores fuentes de de potasio son las frutas y vegetales como el plátano, aguacate, vegetales verdes, betabel, papas y ciruelas.
La causa más común de la deficiencia de potasio es la perdida excesiva de líquidos, como vomito en exceso, enfermedades renales o el abuso de los diuréticos.
Los síntomas de esta deficiencia incluyen los calambres musculares y debilidad. También pueden ser el estreñimiento, inflamación y dolor abdominal, causado por una parálisis del intestino. Deficiencias más severas pueden causar parálisis muscular o arritmia cardiaca.
ZINC: El zinc tiene un importante papel en el aspecto del metabolismo, como la síntesis proteica, la función adecuada del sistema inmune y la curación de heridas. También juega un papel muy importante en el desarrollo y el crecimiento durante el embarazo, niñez y adolescencia. Las mejores fuentes para obtener el zinc son el pollo orgánico, mariscos, frijoles, nueces semillas de calabaza garbanzos, cacao, nueces de la india champiñones y espinacas. La deficiencia de zinc puede causar falta de apetito y disminución del olfato y gusto. También puede haber depresión del sistema inmune crecimiento lento, diarrea, pérdida de peso e impotencia, así como aumentar el tiempo en que el organismo sana sus heridas.