Dermatitis atópica
El día de hoy hablaremos de la dermatitis atópica, que la ocasiona y cómo podemos prevenir que esta reacción no genere alguna lesión o complicación en la piel. Te invito a que leas este post y conozcas más sobre este padecimiento.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, caracterizada por una xerosis cutánea extrema y por manchas rojas con frecuencia cubiertas de pequeñas vesículas que causan un picor severo. Aún no siendo contagiosa, es una enfermedad crónica que evoluciona por brotes de eczema: estas fases agudas tienen un impacto importante en la calidad de vida de la persona afectada y son a menudo causa de insomnio.

Con el tiempo, la atopia puede manifestarse con otras alergias como el asma, la rinitis o la conjuntivitis alérgica. Las complicaciones pueden ser una severa infección bacteriana o viral (herpes). El molluscum contagiosum, de origen viral, también aparece de forma más intensa cuando existe una condición de atopia.
Causas
Los expertos coinciden en afirmar que la principal causa de esta enfermedad de la piel es la predisposición genética. Pero existen ciertos factores ambientales, alérgicos y alimenticios, e incluso algunas prendas de ropa, que los desencadenan y lo agravan.
Se trata de una enfermedad que afecta a casi un 20 por ciento de los niños y que se prolonga hasta la edad adulta. “Entre un tres y un cinco por ciento de los adultos seguirán padeciendo piel atópica.”
La dermatitis atópica afecta a bebés y niños y, en menor medida, a los adultos. En los niños suele aparecer en la cara y en zonas de flexión como los codos, las rodillas, la cara interna de la muñeca o en el cuero cabelludo, así como en piernas y glúteos. En el caso de los más pequeños aparece una piel seca y descamada, que se desprende con facilidad. En el adulto se ven estas irritaciones en cara y cuerpo. Aun así, sea adulto o niño, estas alteraciones se acompañan de un picor más o menos intenso y de posibles lesiones de rascado.