Mitos y realidades sobre las dietas Vegetarianas

Las dietas vegetarianas siempre han estado en controversia, ya que se tiene la idea que no son dietas completas en cuanto a variedad de alimentos y nutrimentos. En este articulo analizaremos los mitos sobre este tipo de dietas, si son saludables o pueden llegar a causar algún déficit alimentario o problemas en la salud.

-Mito: Una dieta vegetariana es muy estricta y limitante.

Realidad: Existen muchos tipos diferentes de dietas vegetarianas. Un ovo-lacto vegetariano evita la carne, pescado y aves de corral, pero puede consumir huevos y productos lácteos. Un lacto-vegetariano evita carne, pescado y aves de corral, pero puede consumir leche, queso y lácteos, pero no consume huevos o sus derivados.

Los veganos son vegetarianos estrictos que no consumen ningún producto de origen animal.

-Mito: El vegetarianismo es sólo una moda que se olvidará en pocos años.

Realidad: La mayoría de las personas a lo largo de la historia del mundo se han alimentado con dietas predominantemente vegetarianas. Ha sido relativamente reciente en Europa y América del Norte, donde la carne y los productos de origen animal se han vuelto accesibles. En otras partes del mundo, las dietas basadas en vegetales se mantienen como las más comunes.

-Mito: Los vegetarianos necesitan tomar suplementos vitamínicos o minerales.

Realidad: La mayoría de los vegetarianos saludables no necesitan tomar suplementos, aunque pueden existir excepciones. Cualquiera que pretenda cambiar su dieta por una vegetariana debería consultar con un nutricionista, para asegurarse de que todas las vitaminas y minerales necesarios sean obtenidos de fuentes de alimento.

-Mito: Las dietas vegetarianas son escasas en proteína.

Realidad: Muchos alimentos de origen vegetal contienen proteína. Alimentos de granos como el pan, cereal, pasta y arroz. Semillas como nueces, almendras, pistaches. Leguminosas como frijoles, soja y tofu son sólo algunos alimentos de origen vegetal que contienen proteína.

-Mito: Los vegetarianos no obtienen suficiente calcio en su dieta.

Realidad: Los vegetarianos que no consumen productos lácteos pueden obtener calcio de verduras de hojas verdes como espinacas, acelgas, apio, berros, así como productos fortificados con calcio.

-Mito: Los niños y las mujeres embarazadas no deben seguir una dieta vegetariana o vegana.

Realidad: Una dieta vegetariana/vegana es segura para niños y mujeres embarazadas. Consulta a un nutriólogo profesional de la salud, para asegurar que tus alimentos suministren las cantidades necesarias de calorías, proteínas, vitaminas y minerales para cuerpos sanos en crecimiento.

-Mito: Los vegetarianos suelen sufrir más anemias.

Realidad: El hierro es un mineral esencial y es cierto que una de sus fuentes básicas son las carnes rojas. Sin embargo, esta fuente no es exclusiva. Hay muchos otros alimentos de origen vegetal que pueden proporcionar el hierro necesario como espinaca, remolacha, vegetales de hoja verde y papas.

-Mito: La dieta vegetariana se puede mantener a largo plazo.

Realidad: Por el hecho de ser un estilo de vida y no solo un cambio nutricional, la opción de no comer carne puede mantenerse a largo plazo fácilmente. Lo importante es tener clara la razón por la cual se decide elegir esta dieta y estar asesorado siempre por un profesional de la salud.

-Mito: Se baja de peso con la dieta vegetariana.

Realidad: Para una persona acostumbrada a mucha carne y lácteos, pasar a un régimen de verduras y vegetales le causa pérdida de peso. Pero al final de cuentas todo depende de las calorías. Los aderezos, los carbohidratos simples, las semillas y aceites son altos en calorías, por lo que es fácil pasarse del límite.

-Mito: Los vegetarianos son más sanos y viven más.

Realidad: Una persona que consume verduras, frutas y vegetales tiende a ser más saludable. El exceso de carne puede dañar la salud, pero este no es el único alimento dañino. También lo son los azúcares, las harinas refinadas, los carbohidratos simples y las grasas.

Como podemos darnos cuenta las dietas vegetarianas no son malas y si sabemos combinar los alimentos nos aportarán los nutrientes necesarios sin presentar alguna deficiencia en cuanto a vitaminas o calorías.