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Bienestar femenino gana cada vez más espacio en los consultorios y una nueva aliada: la tecnología.


La moda de las nuevas posibilidades de cuidado de la vagina, un tema que ya no es tabú para ganar protagonismo en las clínicas ginecológicas. La discreción para hablar de ello se ha vuelto, ya que estar bien consigo misma y con su cuerpo es un requisito previo básico de la mujer moderna.

La búsqueda de tratamientos para rejuvenecer las partes íntimas ya existe hace algunos años - "mejorar la autoestima a través de la satisfacción sexual es tiro y caída", muchas garantizan -, pero el tema gana frescor gracias a las nuevas herramientas preventivas buscadas por mujeres de todas las edades . Los ginecólogos abiertos al nuevo buscan recursos para cuidar de la salud íntima como un todo, tratando tanto disfunciones fisiológicas como estéticas, que a lo largo del tiempo interfieren en el bienestar y satisfacción sexual de la mujer. 




La región íntima sufre con los efectos del tiempo: la vulva envejece, la elasticidad de la piel disminuye y oscurece. La mucosa vaginal está revestida por una capa de tejido de pliegue que controla la humedad natural para autolimpieza y mantenimiento del pH. Esta textura, que es espesa y carnosa en la juventud, atenúa a lo largo de la vida.


Después de los 25 años estos pliegues progresivamente pierden su formato rugoso, volviéndose más lisos y finos, lo que causa cambios en la lubricación y sensibilidad del área. En el cuello uterino también existen g