Agua Alcalina
Este tipo de agua es ionizada y actúa como un poderoso antioxidante, ayuda al organismo a eliminar los desechos ácidos de la digestión y gracias a la producción de iones hidróxidos ayuda a crear oxígeno que a su vez combate los radicales libres y corrigen el balance ácido-alcalino del cuerpo. Esto se traduce a que el agua alcalina es un anti ácido natural.
A su vez, proporciona una mejor hidratación, al estar ionizada, es una fuente de antioxidantes que actúan de forma natural contra los radicales libres.
¿Por qué deberíamos tomar agua alcalina?
Nuestro cuerpo funciona mejor cuando mantiene un equilibrio, ni demasiado ácido, ni muy alcalino. Desgraciadamente con nuestro actual sistema de vida hemos desequilibrado esa balanza y nos hemos vuelto excesivamente ácidos. Una mala o inadecuada alimentación, como los refrescos gaseosos, la falta de ejercicio saludable, los contaminantes ambientales o el estrés son factores determinantes de ese equilibrio.
Beber agua alcalina de forma habitual, nos ayuda a mantener ese equilibrio ácido/alcalino, facilitando al cuerpo para que vaya realizando su función de eliminación de los desechos ácidos y a mantener un nivel de pH saludable. Para poder tener conciencia de lo importante que es el agua en nuestro organismo, solo basta con recordar que el 70% del peso de nuestro cuerpo es de agua.
El agua alcalina ionizada tiene un nivel de pH más alto que el agua potable normal, no tiene impurezas ni productos químicos, tiene un pH de 8.5 y 9.5, contiene niveles elevados de antioxidantes, neutraliza los radicales, hidrata mucho más rápido, y penetra con mayor facilidad una cantidad numerosa de células.
Beneficios
Beber agua alcalina facilita la eliminación de toxinas y residuos ácidos, evitando que se vuelvan a acumular, potenciando la eliminación de desechos de nuestro organismo y previniendo otras enfermedades.
Es un potente antiácido natural y mejora nuestra salud intestinal. Es muy recomendable para casos de diarrea crónica, estreñimiento, indigestión y enfermedades del estómago o el intestino.
Ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes, el asma, la osteoporosis, la hepatitis, el colesterol, la hipertensión y la dermatitis.
También previene el envejecimiento prematuro, al contribuir a una mejor oxigenación de las células y combatir eficazmente los radicales libres.
Evita la retención de líquidos debido a su capacidad de mantener el equilibrio del pH en nuestro cuerpo, de forma que éste no tiene que retener líquidos para combatir la acidosis.
Proporciona una mejor hidratación que el agua mineral, al ser un agua más permeable.
Ayuda a prevenir la osteoporosis, promueve la eliminación de ácido úrico y nefrolitos y libera los residuos de calcio que existen en estos. Así le devuelve el PH alcalino a nuestro cuerpo.
Aporta a la pérdida de peso, al beber esta agua eliminas las impurezas, haces que tu metabolismo trabaje mucho mejor y mantienes hidratado y saludable tu cuerpo. Esto ayuda a que la pérdida de peso sea más eficaz y controlada. Te da un equilibrio que agradecerás.
Desventajas
Cada persona tiene un pH determinado, y su cuerpo se encarga de regularlo. Igual que el exceso de acidez es malo, un exceso de alcalinidad tampoco es bueno y puede agravar problemas renales. Sus minerales se acumularán en nuestro organismo, produciéndonos efectos secundarios similares a los que queremos evitar con ella. Como decimos siempre, la clave está en el equilibrio; y unos hábitos de vida y alimentación saludables te ayudarán a conseguirlo.
