Varices, un problema de salud
Hoy nos toca hablar de las varices y las repercusiones que se pueden presentar si no las tratamos a tiempo, te dejo algunas recomendaciones que serán de gran utilidad para que no aparezcan en tu cuerpo de forma repentina.
Las varices son dilataciones de las venas en algún territorio del organismo. Ocurren con mayor frecuencia en las venas de los miembros inferiores debido a la presión que ejerce la fuerza de la gravedad sobre la sangre del interior de ellas. Son más susceptibles de padecerlas las mujeres y aquellas personas que permanecen de pie durante mucho tiempo al día.
Las varices, son un problema vascular que afecta al 40% de la población, especialmente a partir de los 50 años. Las razones genéticas y hormonales hacen de las mujeres “el blanco perfecto” para sufrir varices, aunque también las tienen muchos hombres. Por lo general, no son un problema grave de salud; no obstante, en diez de cada cien casos puede producir úlceras de difícil cicatrización, hemorragias o complicaciones graves del aparato circulatorio (flebitis, trombosis) que pueden afectar al sistema venoso profundo y llegar a provocar incluso una embolia pulmonar. Por eso es tan importante aprender a prevenir su aparición o si ya se encuentran cómo hacer para que no se compliquen.
Factores de riesgo
Existen tres factores que incrementan el riesgo de desarrollar varices:
La herencia familiar.
Cuando las paredes y válvulas internas de las venas sufren una alteración, se produce la dilatación de las mismas, momento en el que aparecen las varices. Según datos recientes, en un 90% de las mujeres con varices tienen, a un tercio de las afectadas les salieron durante el debido a los cambios hormonales, y el 18% de ellas toman .
Los embarazos.
Durante el , casi todas las mujeres notan varices en las piernas que se van haciendo más evidentes a medida que avanza la gestación, aunque suelen desaparecer unos meses después de dar a luz. A partir del segundo embarazo, las piernas son más sensibles a la aparición de varices, por lo que no se debe tardar en acudir al especialista en para controlarlas.
La obesidad, el sobrepeso y la vida sedentaria.
El sobrepeso incrementa la incidencia al aumentar la cantidad de sangre que llega a las piernas y que debe ser evacuada por las venas. La falta de actividad de los músculos de las piernas hace que estos no colaboren para empujar la sangre hacia el corazón.
Clasificación de las varices
-Varices Grado I o varículas
En esta etapa, se ven en algunos sitios y a través de la piel, las venas finas de color violáceo. A veces pueden tener forma estrellada, y se denominan arañas vasculares. Por lo general son únicamente un problema de tipo estético pero, en determinadas ocasiones, pueden producir sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
-Varices Grado II
Las venas se van haciendo más visibles y empiezan a notarse los primeros síntomas como:
Pesadez y cansancio en las piernas.
Dolor.
Calambres.
Hormigueos.
Sensación de calor o picores y escozores.
-Varices Grado III
Las venas están más dilatadas y tortuosas. Los síntomas van aumentando progresivamente, y aparece hinchazón, edemas y cambios de coloración en la piel.
-Varices Grado IV
Aparecen zonas eczematosas y úlceras. Las úlceras son difíciles de tratar y pueden infectarse con facilidad.
Prevención
En la actualidad no existe ninguna medida que ayude a prevenir la aparición de las varices. Sin embargo, un estilo de vida saludable, te ayudará a que tengas menor riesgo de que aparezcan o si ya las presentas, que estén controladas y no empeoren.
Las siguientes recomendaciones te ayudaran mucho a mejorar tu circulación, tómalas en cuenta e incorpóralas a tu rutina diaria.
Hacer actividad física. Dedica por lo menos 30 min. al día, activa la circulación y estimula la eliminación de toxinas acumuladas en la sangre.
Utiliza prendas apropiadas. Las prendas de vestir demasiado ajustadas son u problema para la buena circulación, al causar compresión, la ropa que ejerce presión en la cintura, las piernas y las ingles pueden alterar el retorno venoso.
Evita el uso prolongado de tacones. La presión que provocan en los pies y las piernas hace que se generen dificultades en la circulación y el retorno de la sangre, los zapatos no deben tener una altura superior a los 4 cm.
Mantener un peso equilibrado. Tener un peso apropiado y estable es una de las mejores soluciones para disminuir las probabilidades de desarrollar este problema. El exceso de peso provoca una sobrecarga en los tobillos, piernas y rodillas, lo que conduce a constantes dolores musculares y de articulaciones.
Cambiar de postura o hacer estiramientos. Mantenerse en la misma posición por tiempo prolongado hace que se incrementen la tensión en los músculos y los problemas circulatorios.
Evitar el cigarrillo. El tabaquismo no solo genera un impacto peligroso en la salud respiratoria, sino que conduce a dificultades en la circulación y afecciones como las varices.