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¿Hacer ayunos prolongados me ayudará a bajar de peso?

Saltarse las comidas es una de las prácticas alimenticias más comunes del ser humano. Existen personas que habitualmente prescinden del desayuno o de la cena por razones que oscilan entre la escasez de apetito y el deseo de realizar menos comidas para mantener el peso y la dieta. Es habitual y a la vez insano, aunque para muchas haya sido una práctica desde el principio de sus días.

El ayuno es la privación del consumo de alimentos, ya sean sólidos o líquidos, que se prolonga durante un plazo más largo del habitual (más de 6 horas) y que ocasiona modificaciones en la estructura y función de los órganos, debido a un aporte insuficiente de nutrientes y fuentes de energía.


Esta acción puede ser tomada por una persona debido varios motivos, como por ejemplo el deseo de disminuir de peso, por práctica religiosa, entre otras. De convertirse en un hábito, puede conllevar a serias afecciones en el cuerpo que podrían causar hasta la muerte a largo plazo.


Las personas que inician el día con un desayuno balanceado, pueden controlar mejor sus niveles de glucosa en la sangre, proveyendo así la energía y los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de todos los órganos del cuerpo humano; de no ser así se favorece a la desnutrición que consigo trae el déficit de fuerza, problemas de obesidad e incluso cardíacos.


Pasan aproximadamente 12 horas desde la cena hasta el desayuno y prolongar más la comida es un mal hábito, incluso es más dañino para el organismo cuando se termina el ayuno, ya que esto aumenta el riesgo de generar en un 21% la diabetes.


El Instituto Nacional de Nutrición (INN) recomienda que no se practique esta acción ya que de esta manera el cuerpo cree que no se consumirán alimentos a corto plazo, adaptando a este a conservar la mayor cantidad de energía posible para resistir gran parte del día, ayudando a que el cuerpo genere un aumento de peso.